miércoles, 16 de julio de 2014

En obra negra: el estribillo


En obra negra: 
el estribillo




Como hemos visto, la relación que tenemos con las figuras retóricas es más que casual. En esta edición de En obra negra, hablaremos del estribillo, una figura con la que nos topamos todos los días.  Esta consiste en “la repetición esporádica o periódica de una idea especialmente clara, bella o medular. López Velarde nos ofrece un ejemplo en su poema Las provincianas mártires: ‘Me enluto por ti, Mireya, / y te rezo esta epopeya’. Inicia y termina con ella su poema y la expresa también a la mitad” (Jesús María Navarro: Diccionario de figuras retóricas)


Asimismo, encontramos esta figura en las canciones, pero allí todos la reconocemos como el “coro”: aquella parte de la letra que contiene la idea principal, y que se repite para dar cierto ritmo a la pieza. Veamos otro ejemplo de estribillo, un poema de Francisco de Quevedo, y no olvidemos que el “coro” es esta misma figura retórica. 


Poderoso caballero es don Dinero



Madre, yo al oro me humillo,

él es mi amante y mi amado,

pues de puro enamorado

de continuo anda amarillo.

Que pues doblón o sencillo

hace todo cuanto quiero,

poderoso caballero

es don Dinero.



Nace en las Indias honrado,

donde el mundo le acompaña;

viene a morir en España,

y es en Génova enterrado.

Y pues quien le trae al lado

es hermoso, aunque sea fiero,

poderoso caballero

es don Dinero.



Es galán, y es como un oro:

tiene quebrado el color;

persona de gran valor,

tan cristiano como moro;

que pues da y quita el decoro

y quebranta cualquier fuero,

poderoso caballero

es don dinero.



Son sus padres principales,

y es de nobles descendiente,

porque en las venas de Oriente

todas las sangres son reales.

Y pues es quien hace iguales

al duque y al ganadero,

poderoso caballero

es don Dinero.



Por importar en los tratos

y dar tan buenos consejos

en las casas de los viejos

gatos le guardan de gatos;

y, pues él rompe recatos

y ablanda al juez más severo,

poderoso caballero

es don dinero.



Nunca vi damas ingratas

a su gusto y afición,

que a las caras de un doblón

hacen sus caras baratas;

y pues hace las bravatas

desde una bolsa de cuero,

poderoso caballero

es don dinero.

Narradores, poetas, ensayistas, bloggeros, lectores…, ¿alguna vez han usado este recurso tan común en las canciones en otro tipo de textos?

Ana Isis Cardona Padilla 


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