En
obra negra:
la paradoja
Narradores, poetas,
ensayistas, bloggeros, lectores, ¿han escuchado hablar de la “paradoja” como
una figura retórica? Paradoja “viene de dos palabras griegas: pará, fuera de; y doxa, opinión. Cicerón la llama cohabitatio.
Esta es una figura lógica o de pensamiento que consiste en emplear
expresiones o frases que envuelven contradicción. ‘Pues no sabe lo que gana el
que pierde a una mujer’ (de una canción popular). Xavier Villaurrutia emplea
una paradoja cuando dice: ‘Así, robando la luz / seguimos sin llegar / sin
partir’ (del poema ‘Viaje’). Otro ejemplo es la primera estrofa de un poema de
Gabriela Mistral:
En costa lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós,
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo
y es cierto y no es cierto
como en la canción.
‘Decir adioses sin
decir adiós’ y ‘Es cierto y no es cierto’ son dos paradojas”. (Jesús
María Navarro: Diccionario de figuras
retóricas).
En el siguiente
fragmento del poema “Espero curarme de ti”, de Jaime Sabines, también
encontramos esta figura:
Espero
curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te
parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra y
se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras de amor
están entre dos gentes que no se dicen nada.
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra y
se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio. Porque las mejores palabras de amor
están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay
que quemar también ese otro lenguaje lateral
y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero
cuando digo: "qué calor hace", "dame agua",
"¿sabes manejar?", "se hizo de noche"
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero").
y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero
cuando digo: "qué calor hace", "dame agua",
"¿sabes manejar?", "se hizo de noche"
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero").
Una
semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras:
guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana
para entender las cosas. Porque esto es muy parecido
a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras:
guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana
para entender las cosas. Porque esto es muy parecido
a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
¿Encontraron la
paradoja?, ¿qué otra se les ocurre? Seguramente muchas más. La vida está llena
de ellas.
Isis Padilla